Esta semana estoy especialmente sensibilizada con el tema de la higiene bucodental por varios motivos, el primero ha sido una visita a mi dentista con extracción de la muela del juicio incluída, y aunque tengo que reconocer que es un artista anestesiando y además que yo me preparé con homeopatía para la ocasión (ese es otro tema) el ratito de susto previo no me lo quita nadie, y el segundo ha sido una conversación muy divertida con un amigo durante la que hemos descubierto que lleva años gastándose el dinero en colutorios para nada, y me explico, mi amigo que es muy pulcro, muy limpio y va siempre hecho un pincel, en su afán por mantener una higiene dental muy higiénica, valga la redundancia, se enjuagaba con su colutorio después del cepillado y acto seguido se volvía a enjuagar con agua. Pues ya te has pasado de limpio chaval!!!

Reflexionemos sobre la importancia de cuidarnos la boca, más allá de lo puramente estético que ya me parece fundamental, debemos hacerlo por salud, por la salud de la boca y porque además en casos de enfermedades bucales más extremas como la periodontitis está comprobado que puede desencadenar enfermedades cardiovasculares, y es que hay que contemplar el cuerpo como un todo, un conjunto global, en el que las partes no están aisladas sino interconectadas.

Así que para evitar excesos y defectos de higiene que entre otras cosas nos obliguen a visitar al dentista con más frecuencia de lo deseado, aquí van unas recomendaciones básicas para todo el mundo:

  • Cepillarse después de las comidas, durante al menos tres minutos. ¿Tres minutooooos? Sí, mira este vídeo y ya verás cómo se pueden emplear correctamente esos tres minutos. Otra cuestión importante es esperar 20 o 30 minutos entre la comida y el cepillado así da tiempo a que disminuya la acidez de nuestra saliva, si tenemos mucha prisa es recomendable enjuagarse un par de veces con agua antes de cepillar. Esta aportación se la debo a mi colega Susi Martínez, una estupenda farmacéutica valenciana que ejerce en Madrid y a la que sus pacientes y clientes estoy segura de que adoran.

  • Elegir un buen cepillo de dientes, con mango largo y cómodo, con cerdas de tynex por favor, los cepillos con las cerdas de poliéster son muchísimo más baratos y cinco veces más abrasivos. El cepillo debemos cambiarlo cada 2 o 3 meses.

  • Si tenemos piezas dentales muy separadas o algún hueco es recomendable utilizar cepillos interdentales. Se cepilla desde dentro hacia afuera y sin girar el cepillo.

  • Usar seda o cinta dental para los espacios interdentales, no es ninguna tontería y es que por muy bien que nos cepillemos cuando pasemos la seda dental nos llevaremos una sorpresa.

  • Usar un limpiador de lengua, para los supercampeones de la higiene bucal, yo de hecho hasta que no los vi en la farmacia ni sabía que existían, pero realmente es muy importante para evitar el mal aliento, hay mucha gente que se compra sprays, enjuagues, caramelos… y si probaral a usar un limpiador lingual a diario seguro que mejorarían bastante.

  • Usar colutorios (que no locutorios) o enjuagues y NO enjuagarse la boca con agua después como mi amigo, porque entonces es para nada. Es importante diferenciar entre enjuagues que son sin alcohol, colutorios que llevan menos del 20% de alcohol, y elixires que pueden llevar hasta un 50% de alcohol. Desaconsejo usar elixires bucales a diario porque la cantidad de alcohol que llevan hace que sea mayor el perjuicio que el beneficio del producto, muchas veces me han comentado en la farmacia que enjuagarse han notado quemazón, se les ha pelado la lengua y cosas así y cuando pregunto por el producto que usan casi siempre son elixires muy famosos que se anuncia por la tele. Colutorios con contenido alcohólico los debemos dejar para tratamientos puntuales y lo mejor para el uso diario es usar enjuagues bucales que no contienen alcohol y evitamos los problemas asociados.

Recordar que las caries son una enfermedad infecciosa, no se pueden curar, el único tratamiento posible es el empaste si se coge a tiempo, pero sí se pueden prevenir llevando una correcta higiene bucal y evitando un consumo excesivo de dulces. Hay que visitar al dentista al menos una vez al año como mínimo. A la farmacia vienes mucho más a menudo así que también sobre salud bucodental «consulta a tu farmacéutico» en Farmacia Ciencias18.

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