Vamos a terminar el mes de enero hablando del último de los propósitos estrella: hacer deporte, bueno hay otro que siempre sale en las listas que es aprender inglés, pero sobre este desde la farmacia no tenemos mucho que decir, de momento. A lo que vamos, llega enero y los gimnasios se frotan las manos, las nuevas inscripciones se multiplican, los parques se llenan de gente en bici, caminando o corriendo, las tiendas de deporte venden ropa, calzado y equipamiento a diestro y siniestro…y media humanidad se propone que cuando salga del trabajo al menos tres veces en semana va a hacer ejercicio y así cuando llegue el verano y saquemos el bañador del fondo de un cajón tendremos un tipín que no veas… en principio parace un plan sin fisuras, pero lo cierto es que a mitad de febrero, marzo como muy tarde, en el gimnasio y en el parque quedan los mismos de siempre, con suerte alguna incorporación nueva, pero de toda aquella marabunta que apareció con ganas de comerse el mundo justo después de Navidad no ha quedado ni rastro.
La clave sin duda para incorporar nuevas rutinas en nuestra vida es convertirlas en hábitos, un hábito es un patrón de comportamiento que tras haberlo repetido muchas veces lo hacemos de manera automática, sin pensar, y por tanto sin «esfuerzo mental». No somos conscientes de lo poderosos que son nuestros hábitos, pero se ve facilmente cuando tratamos de sustituir uno por otro, un mal hábito por uno saludable, como cambiar de dieta o hacer ejercicio.
Construir un nuevo hábito es un trabajo que se realiza desde tres sitios: desde el corazón, tenemos que quererlo y desearlo; desde la cabeza, tenemos que haber pensado y reflexionado sobre lo que es conveniente para nuestra vida y por último desde la repetición y aquí es donde tenemos que recurrir a la voluntad y al autocontrol. Pero sin las dos primeras bien planteadas la voluntad suele fracasar.
En el ámbito del deporte, y para convertirlo en un hábito en nuestras vidas antes que nada debemos quererlo, suele funcionar para esto visualizar el futuro, si llevas una vida sedentaria y no te mueves piensa en cómo serás dentro de 15-20 años por ejemplo, en qué forma física te encontrarás, cuál será tu aspecto,tu vitalidad y energía…es eso lo que te gustaría?
En cuanto a las motivaciones más racionales parecen infinitas, la lista de beneficios es interminable sólo por mencionar algunos:
- Ayuda a controlar el peso corporal.
- Mejora todas las enfermedades crónicas, diabetes, hipercolesterolemia, enfermedades cardiovasculares, etc, etc…
- Aumenta la masa muscular y la densidad ósea.
- Mejora el estado de ánimo, puede ayudar a prevenir estados depresivos.
- Ayuda a dormir mejor.
- Mejora la actividad sexual.
- Mejora la memoria y la capacidad de aprendizaje.
- Previene muchas enfermedades.
- Mejora las defensas.
- Sube la autoestima.
Pero todo esto la mayoría de la gente lo sabe, lo ha leído, lo ha escuchado mil veces, y aún así se vuelve a fracasar en el intento…porque lo realmente difícil es ejercer desde la fuerza de voluntad y el autocontrol, repetir una y otra vez, una y otra vez… hasta que hayamos roto con nuestros hábitos anteriores y hayamos conseguido encajar este en nuestra vida, y es normal porque es una lucha interna contra nuestro propio cerebro para hacer lo nuevo y no dejarnos llevar por las antiguas costumbres.
Y qué podemos hacer desde Farmacia Ciencias18 para que lo consigas? Pues darte la información para que seas consciente del proceso que vives, porque así será más fácil que lo consigas, también reforzamos siempre los mensajes positivos, los beneficios que conseguirás y por supuesto aconsejarte y asesorarte sobre todos los productos y soluciones para deportistas que tenemos en la farmacia. Para saber más de esto puedes consultar nuestro post anterior Consejos farmacéuticos para deportistas. Te ayudamos a alcanzar tus metas.